¿Cómo hacer de la bicicleta una opción real para la movilidad de Guadalajara?
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¿Cómo hacer de la bicicleta una opción real para la movilidad de Guadalajara?
Yeriel Salcedo, estudiante de la Maestría en Ciudad y Espacio Sustentable, promueve una movilidad integral en la ZMG.
Adriana López-Acosta
En el mundo se venden aproximadamente cuatro bicicletas por segundo. Utrecht (Holanda) y Sevilla (España) se disputaron en 2014 el primer lugar como las mejores ciudades para pedalear.
La Zona Metropolitana de Guadalajara (4 millones y medio de habitantes) tiene casi 49 kilómetros de ciclovías; Barcelona (un millón 700 mil) cuenta con 180 kilómetros.
A punto de celebrarse el Día Mundial de la Bicicleta, el próximo 19 de abril, se revisan los retos de movilidad que tiene nuestra ciudad en voz de un promotor de este medio de transporte: Yeriel Salcedo.
Él es ciclista desde 1985, cuando comenzó a utilizar la bicicleta para ir a la primaria. Ahora que es vecino del barrio de Santa Teresita y divide su tiempo entre la Maestría en Ciudad y Espacio Público Sustentable del ITESO y su trabajo con organizaciones que trabajan por causas como los derechos humanos, la movilidad o la distribución justa del agua, necesita alternar las dos ruedas con el coche.
"Cuando soy automovilista, a los diez minutos ya estoy estresado", admite. "Yo mismo me regulo, porque cuando me subo al coche, a los diez minutos tengo actitudes violentas. Cuando ando en bici, con todo y los peligros que hay, no pasa igual".
Este licenciado en Sistemas de Información por la Universidad de Guadalajara cuenta que a los 25 años tuvo una crisis existencial que lo llevó a vender todo lo que tenía y explorar su inquietud de trabajo social en la sierra wixárika, en donde pasó cinco años.
"Cuando regresé, la gente creía que era antropólogo", recuerda.
Años después, en 2007, fue de los fundadores del colectivo GDL en Bici, cuyo objetivo original fue protestar por la instauración de la avenida López Mateos como una vía rápida y libre de semáforos.
En 2009, el colectivo fue invitado a participar en el Consejo Ciudadano de Movilidad no Motorizada, creado por el Ayuntamiento de Guadalajara, en el que junto con otros grupos como Ciudad Para Todos o Bici 10 han trabajado para desincentivar el uso del coche.
Con resultados poco alentadores; expertos calculan que cada día se suman entre 300 y 400 vehículos motorizados al parque vehicular de la capital de Jalisco.
El número de automotores registrados en México pasó de 11.2 millones en 1992 a 35 millones en 2012. De acuerdo con estimaciones de 2014 realizadas por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés), de no modificar esta tendencia, casi 90 por ciento de los recursos disponibles en fondos federales para proyectos de transporte y movilidad, (48 mil 123 millones) se destinará a obras de ampliación y mantenimiento de la infraestructura vial.
Únicamente seis por ciento (3 mil 396 millones) se invertirá en proyectos de transporte público; cinco por ciento (2 mil 545 millones de pesos) en obras de infraestructura peatonal, y menos de uno por ciento (189 millones) será para infraestructura ciclista.
"No somos un grupo anti coche, pero sí decimos que estamos abusando en el uso del automóvil", afirma Yeriel.
Con el desencanto que han tenido en relación con las acciones de los gobiernos estatal y federal en cuanto a movilidad, Salcedo dice que la apuesta de GDL en Bici es apostarle a la intermodalidad.
"Nuestro discurso es: la bici se puede usar junto con el transporte público y la bici se puede usar junto con el coche. Se trata de que la gente pueda tener más opciones que el uso del automóvil".
GDL en Bici utiliza a las redes sociales como su campo de acción, con campañas que saltan al discurso ciudadano tridimensional, que es el que desemboca en charlas cotidianas y luego en acciones. "Esas discusiones educan, y es para mí lo que más ha dejado el movimiento ciclista".
Ciudadanos a pie, en dos y cuatro ruedas
Yeriel puede pedalear diariamente entre 15 y 40 kilómetros, dependiendo de su día.
Él se considera la prueba de que la intermodalidad bien planteada puede ser una posibilidad para Guadalajara. Para llegar al ITESO, por las mañanas utiliza el sistema de renta de bicicletas Mi Bici, luego toma el tren ligero hacia Colón y al final el transporte del ITESO. Esta ruta implica media hora de trayecto, que es el menor tiempo que puede hacer, comparándolo con el tiempo que le tomaría si solo usara la bicicleta (40 minutos) o el automóvil (50 minutos o más).
Sin embargo, recalca, mientras los municipios conurbados no trabajen en un plan integral, las ciclovías de la ciudad seguirán siendo un oasis en el desierto.
"Si lo ves en el mapa parece un juego de unir puntos; son pedazos de ciclovía que habría que unir una con otra y ya tendríamos una red decente, pero los municipios siguen trabajando sin ser metropolitanos. Si no hay presupuesto y no se respalda con estrategias para solventarlo, las palabras son huecas".
Yeriel subraya un problema fundamental en la cultura vial de esta y otras ciudades, independientemente de la falta de infraestructura: a los automovilistas les ha costado entender que la calle es de todos.
"Si no empiezas a crear opciones, el automovilista nunca se va a bajar, y si son proyectos a medias no se desahoga el parque vehicular, sino que se reducen los carriles y se hace más congestionamiento vial".
Considera que cuando sólo se voltea a ver a las instituciones gubernamentales, los caminos se reducen. Para él, la clave está en continuar con la conversación desde todos los frentes: los ciudadanos, los políticos y los empresarios, es decir, un trabajo integral.
En el estudio "Ciclo-inclusión en América Latina y el Caribe", realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo, se menciona que Guadalajara, Puebla y la Ciudad de México son las urbes con más viajes al día en bicicleta, con 212 mil 89, 30 mil y 23 mil, respectivamente.
Yeriel anima a todo el que se desee cambiar su auto por una bicicleta (aunque sea en determinados días y trayectos) a considerar qué modelo le funciona dependiendo de la ruta, de si pasará por empedrado, de si hay muchas subidas o de si quiere ir más rápido o a paso más tranquilo.
Él recomienda para la ciudad, si son trayectos largos, una bicicleta híbrida rodado 27, con una llanta de tres centímetros de ancho y lo más ligera posible.
"Dentro del mundo de la bici ya hay clasificaciones y diferentes tribus: la de los rodado 20, la de los ‘fixeros', los que pegan de brincos, los que se pasean los domingos… Meterte al mundo del ciclismo da para hacer una tesis de doctorado, porque cada quien tiene su cotorreo".
De hecho el tema de su tesis de maestría versa en cómo impacta el movimiento ciclista en las políticas públicas y el imaginario urbano. "En el movimiento ciclista hablamos ya de medios de comunicación, de empresarios, de universidades, de líderes de opinión, de institutos o despachos técnicos y especializados en el tema. Es un tejido complicado, para mí ese es el movimiento ciclista".
Yeriel ha encontrado, por ejemplo, que en 1988 existió un grupo llamado Movimiento Bicicletero de Guadalajara AC y que Gabriel Michel, uno de los promotores de la Via RecreActiva y académico del ITESO, en 2002 intentó hacer una ciclovía por avenida La Paz.
"Hay una historia no muy visibilizada de que Guadalajara. Ya desde los ochenta, tenía indicios de ciclistas", dice con orgullo. "Nosotros somos el segundo aire del movimiento ciclista en Guadalajara".
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