Aprender a imaginar se logra con las matemáticas

Marcela Gutiérrez

La pedagogía ignaciana plantea un método para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea más eficiente. Pretende que el estudiante experimente, sienta e imagine el conocimiento hasta hacerlo suyo.

Con motivo del séptimo Foro de Enseñanza de las Matemáticas Ibero 2017, del cual el ITESO fue sede los pasados 14 y 15 de septiembre, José Luis Moreno Aranda, SJ, afirmó que para el aprendizaje de las matemáticas se requiere de una metodología similar a la utilizada en los ejercicios espirituales para que la persona de apropie de los conocimientos.

Durante la conferencia "La Pedagogía de San Ignacio y la enseñanza de las matemáticas" el jesuita comentó que entre los pasos que San Ignacio de Loyola sugiere en los ejercicios espirituales, y que se pueden aplicar a las matemáticas, se encuentran contextualizar el conocimiento, imaginar para entender la experiencia, demostrar y aplicar la acción, y evaluar lo aprendido. 

Para el conferenciante las matemáticas deben tratarse por conceptos y niveles de abstracción que permitan, gradualmente, entender y usar este conocimiento. Plantea avanzar en un orden lógico y "no dar brincos y enseñar simples técnicas desconectadas del contexto y de la persona que las pretende aprender", explicó.

Al igual que San Ignacio valora el papel del director en los ejercicios, Moreno Aranda considera que el rol del profesor es "crear los medios para que el educando pueda recorrer su propio camino, por lo que es necesario ser profesionales en presentar datos y permitirles que entiendan."

Todo esto se presenta en el libro Matemathiké, escrito por Moreno Aranda, SJ y publicado en una coedición del Instituto Oriente de Puebla y la sede de la Universidad Iberoamericana de la misma ciudad.

Además, el jesuita tiene otros títulos como Dios y la ciencia y libros de ejercicios enfocados a alumnos, desde primaria hasta preparatoria.