¿Qué fue primero, la literatura o el periodismo?

Montserrat Muñoz

La simbiosis entre la literatura y el periodismo ha sido recurrente para los profesionales de la palabra desde hace siglos. Truman Capote, Gabriel García Márquez, Ernest Hemingway o George Orwell son ejemplos de periodistas que hicieron las veces de escritores o de escritores de ficción que tuvieron sus romances con el periodismo.  

Aunque son territorios distintos, entre el periodismo y la literatura existe un puente de similitudes que ofrece un panorama rico en posibilidades de narrativa y enfoque para contar historias. 

La Casa ITESO Clavigero fue el escenario para que Diego Petersen, Abril Posas, Jorge Valdivia, Juan Carlos Núñez, Lorena Ortiz y Mariño González, todos ellos periodistas -y los primeros cuatro además egresados de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación - que también se han desempeñado en la escritura de ficción, platicaran con Rogelio Villarreal, profesor del ITESO, sobre las dificultades y bondades de acercarse a la literatura desde los zapatos de un reportero. 

Dejando géneros y oficios a un lado, los participantes del panel "Los periodistas y la ficción", llevado a cabo el 8 de noviembre pasado, coincidieron en que para ser un buen periodista la lectura es imperativa.

"Leer te abre los ojos a nuevos panoramas y universos. Te da herramientas para narrar, hace que crezca tu bagaje cultural. Es indispensable para hacer periodismo", afirmó Jorge Valdivia, es editor de la Oficina de Publicaciones del ITESO. 

Diego Petersen, columnista y jefe de la edición impresa de El Informador, coincidió en que "uno es lo que lee y uno escribe lo que lee. Un periodista que no lee no puede ser periodista, porque sólo puedes escribir lo que ves, lo que vives y lo que lees". 

Para Mariño González, coordinador general de Prensa y Difusión de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), las crónicas fueron el primer campo de batalla donde el periodismo se alió con la literatura, tomando prestados de esta última formas y lenguajes.  

Juan Carlos Núñez, periodista y director de Integración Comunitaria del ITESO, compartió que ha encontrado en la literatura nuevas posibilidades para narrar una realidad, "en una forma que puede ser más interesante para el lector". 

Abril Posas, periodista y autora de El triunfo de la memoria, comentó que por medio de la literatura se puede crear un elemento de complicidad entre el lector y el escritor en una pieza periodística a través de referencias a otras obras literarias.

"Con eso te diviertes porque son guiños para la gente que ha leído eso y se puede identificar contigo. Este ejercicio puede convertirte, sin querer, en el cronista o reportero favorito de alguien", dijo. 

La ortografía es un extra que aporta el hábito de la lectura, señaló Lorena Ortiz, escritora y profesora en la Universidad de Guadalajara.

"La ortografía se da en automático. No necesitas un curso de ortografía; si leíste desde pequeño ya está la ortografía lista", apuntó. 

Rogelio Villarreal, quien también se desempeña como periodista, preguntó a sus acompañantes si verían como una opción dejar el periodismo si es que la fortuna llegara luego de escribir una pieza de ficción que se convirtiera en un best seller, similar al éxito editorial de El nombre de la rosa de Umberto Eco. 

Con caras sorprendidas y divertidas por tal suposición, todos parecieron encontrarse en las palabras esbozadas por Petersen Farah, quien dijo que sería como una "autotortura" dejar el periodismo. 

Lorena Ortiz, por su parte, afirmó que no se imagina trabajando fuera de las letras, ya sea en forma de literatura o periodismo. "Es algo que no puedes dejar, ya es parte de ti", concluyó.