Chequeo médico, una buena forma de comenzar el año
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Chequeo médico, una buena forma de comenzar el año
Laura Arellano, académica del ITESO, sugiere revisar el estado de salud para evitar padecimientos como el síndrome metabólico.
Laura Rodríguez
Un chequeo médico que permita conocer el estado de salud en el que se encuentra podría ser una buena opción para este comienzo de año.
"Yo recomiendo que los adultos nos hagamos un examen anual, y mucho más los que tenemos familiares con diabetes o que hayan tenido infartos, porque tenemos más riesgo. Lo que a lo mejor a una persona que no tiene antecedentes no le haría daño, a nosotros sí, porque tenemos más riesgo", explicó Laura Arellano Gómez, académica del Departamento de Salud, Psicología y Comunidad del ITESO.
De esta forma será más fácil prevenir o atender a tiempo padecimientos como el síndrome metabólico, el cual "es un conjunto de factores de riesgo que aumentan la posibilidad de que una persona pueda tener enfermedades cardiovasculares como infartos, derrames cerebrales, embolia, problema del sistema circulatorio, o que tengan más riesgo de desarrollar diabetes tipo II", agregó la profesora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos.
Para que una persona tenga el síndrome metabólico, debe tener tres de los siguientes cinco padecimientos.
Obesidad en el área abdominal (más de 80 centímetros en mujeres y más de 90 centímetros en hombres). Esto se relaciona con enfermedades cardiovasculares. Triglicéridos séricos mayores de 150 miligramos por decilitro. Bajo nivel de colesterol bueno, conocido como HDL. Esto es menos de 40 miligramos por decilitro en hombres y de 50 en mujeres. Glucosa elevada en ayuno, es decir, más de 100 miligramos por decilitro. Y presión arterial alta, alrededor de 130/85.
"El síndrome es algo que puede revertirse, porque se necesita tener tres condiciones. Obviamente va a haber momentos en que si se mantienen los factores de riesgo durante mucho tiempo, éstos ya no podrán controlarse sólo con dieta, van a tener que controlarse con medicamento y entonces ya se tiene el síndrome. Pero al inicio, cuando se empiece a detectar que ya hay alteraciones en los valores normales de glucosa, de lípidos, de peso, sí pueden revertirse y salir del riesgo. Regularmente con bajar de peso hay mejora en triglicéridos y HDL, siempre y cuando no sea hereditario; la circunferencia (del área abdominal) disminuye y se sale del riesgo".
Sedentarismo, dieta inadecuada y estrés son algunos de los factores que propician estos males, que no afectan únicamente a los adultos.
"En el Hospital Civil los jueves va un grupo de niños obesos, con síndrome metabólico casi todos. Y ves niños de siete u ocho años, con presión arterial alta, ya desarrollando diabetes tipo II. Son niños que llevan papás obesos, que los han metido en una dinámica complicada de estilo de vida, y deberían estar viviendo su infancia no en un hospital", opinó Arellano Gómez.
Es por ello que la especialista recordó que los padres tienen la responsabilidad de que sus hijos se alimenten de manera adecuada.
Hacerse un chequeo médico, tener actividad física, controlar los niveles de estrés y seguir una dieta saludable ayudan a llevar una vida sana desde la infancia.
"Mi recomendación es que se hagan exámenes una vez al año, le inviertan un poquito a eso. Que estén al pendiente, cada temporada del año, de qué frutas y verduras tenemos para que las traten de consumir, cinco al día. Tomar agua, evitar las bebidas azucaradas. Los adultos deben tener al menos 150 minutos de actividad física a la semana. Si tienen exceso de peso, tratar de bajar. No necesitan bajar los 20 kilos ni llegar a su peso ideal, con que bajen el 10 por ciento del peso que tengan disminuyen mucho el riesgo de síndrome metabólico", concluyó.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) informó en noviembre pasado que México ocupa el segundo lugar en obesidad en adultos y niños, entre los países que integran al organismo.
De acuerdo con estos datos, casi un tercio de los adultos mexicanos (32.4 por ciento) sufrían de obesidad en 2012. Casi un tercio de los niños mexicanos también padece sobrepeso u obesidad.
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