El nuevo etiquetado de alimentos suma a la apuesta por una nación saludable
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El nuevo etiquetado de alimentos suma a la apuesta por una nación saludable
Laura Arellano, coordinadora de la carrera de Nutrición y Ciencias de los Alimentos, explica cómo los octágonos negros, que desde el 1 de octubre están en los empaques de la mayoría de los productos ultraprocesados, pueden ayudar a la ciudadanía a tomar decisiones informadas sobre su alimentación.
Érika Torres
"Al año se calculan 100 mil muertes por diabetes en México", comenta Laura Arellano, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos del ITESO, quien considera que el nuevo etiquetado en los alimentos ultraprocesados ayudará a que gradualmente se inhiba el consumo de este tipo de alimentos.
Este tipo de información, que desde el 1 de octubre deben mostrar de forma visible los empaques de los alimentos ultraprocesados, advierte si un producto tiene exceso de calorías, azúcares, grasas saturadas, grasas trans, sodio, cafeína o edulcorantes.
El objetivo de la nueva disposición, dice la académica, no es que la gente deje de consumirlos de inmediato ni acabar con la obesidad, sino que tome decisiones más informadas sobre lo que consume.
"Hay que procurar elegir el que tenga menos sellos y si se tiene alguna condición de salud que requiera que controles más el consumo de alguno de ellos, por ejemplo el azúcar, buscar el que no tenga ese sello en especial. Todos los sellos indican la presencia por 100 gramos o 100 mililitros para estandarizar la porción y comparar iguales contra iguales", añade.
Arellano señala que la obesidad es un problema de salud complejo y con múltiples variables: los entornos alimentarios poco saludables, como es el caso de México; el estilo de vida y el nivel socioeconómico, que también abonan al problema y que no se resuelven de manera individual, ya que los gobiernos son en gran parte responsables de generar las condiciones que garanticen el derecho a la salud y al bienestar de su población.
"Si no estás en un entorno saludable que te permita tomar decisiones alimentarias informadas y saludables, y bajo las condiciones de vida que tenemos, difícilmente vas a poder tener una dieta y hábitos saludables", afirma la coordinadora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos del ITESO.
Se espera que el nuevo etiquetado motive también que la industria de los alimentos comience a modificar sus productos. "Tenemos el caso de Bimbo, que reformuló algunos de sus productos para tener la menor cantidad de sellos posible en sus empaques", dice la académica.
Laura Arellano, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición y Ciencias de los Alimentos del ITESO.
El etiquetado en México es más severo que en otros países, en consonancia con el problema de obesidad que aqueja al país, y es obligación del Estado informar qué tipo de alimentos comen los mexicanos.
"¿Qué calidad de vida quieren las autoridades sanitarias para nuestro país? No hay dinero que alcance para atender todas las complicaciones derivadas de enfermedades como la diabetes, porque el número de personas enfermas es demasiado alto. Como nación, ¿qué futuro queremos para nuestras poblaciones?", cuestiona la académica, al tiempo que pide ver este nuevo etiquetado como parte de una medida de salud pública obligatoria que tienen que tomar las autoridades.
Arellano considera que demás de suscitar la reflexión acerca de lo que comemos, el nuevo etiquetado puede ayudar a recuperar una alimentación natural y nutritiva.
"Estamos perdiendo nuestras raíces y nuestra cultura por comer alimentos chatarra. Se pierden recetas, ingredientes y hasta el campo en aras de producir, por ejemplo, trigo, caña y soya, que son algunos de los ingredientes comunes con los que se hacen estos productos. Los ultraprocesados atentan no solo contra la salud, sino contra la economía, las tradiciones, la cultura, el campo y el medio ambiente", expresa la académica.
Para tomar en cuenta
El 27 de marzo de 2020 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la actualización a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010 (NOM 051) sobre el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados, y a partir del 1 de octubre de 2020 comenzó la implementación, la cual consta de tres fases:
Fase 1: con una duración de tres años, del 1 de octubre 2020 al 30 de septiembre 2023, los sellos de advertencia aparecen en productos con exceso de calorías, azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio, así como los que contienen cafeína y edulcorante, que no se recomiendan para niños. A partir de abril de 2021 entrará en vigor la restricción de elementos publicitarios.
Fase 2: del 1 de octubre de 2023 al 30 de septiembre de 2025 se modificarán los límites de los criterios nutrimentales que determinan cuándo un producto lleva sellos, para que sean más estrictos los límites de azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio, con el fin de incentivar que los productos tengan menos cantidad de nutrimentos que ponen en riesgo la salud.
Fase 3: entrará en vigor el 1 de octubre del 2025. Para la aplicación de los criterios de exceso de nutrimentos se tomarán en consideración la totalidad de los mismos presentes en el producto (tanto los contenidos de forma natural y los que se añadan al momento de la elaboración).
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Nutrición y Ciencias de los Alimentos